El reinado de Isabel II, a parte de destacar por ser el más duradero de la historia de Reino Unido, también se distingue por el gran sentido de la moda de la monarca.  Desde su juventud, la reina ha mostrado un estilo elegante y modesto que se ha convertido en todo un icono y una señal de su persona y de la corona británica.

Durante sus setenta años de reinado ha pasado por las manos de varios diseñadores y estilistas. El modisto de origen inglés, Norman Hartnell, fue el encargado de vestir a Isabell II para su emblemática boda y también creó algunos de los looks de sus primeros años de reinado. No debemos olvidarnos de su última estilista, Angela Kelly, con la que ha trabajado desde el año 2002 hasta sus últimas apariciones, y en la que la reina depositaba toda su confianza para los estilismos.

Adentrándonos ya en su diferencial forma de vestir, debemos señalar que a lo largo de los años hemos podido observar algunas variaciones, pero que se ha mantenido estable durante el tiempo y que ha sido imitado por otras personalidades como Kate Middleton. Su estilo sigue los estándares estéticos de la moda de mediados de siglo, pudiendo resumirse como

elegante, modesto pero no sobrio, icónico, de alta costura y de patrón clásico.

La imagen de Isabel II siempre será recordada portando uno de sus miles de vestidos-abrigo entallados, de silueta lápiz y por debajo de la rodilla. Sus estilismos destacaban por los colores brillantes de sus tejidos, generalmente haciendo referencia al color block y a los tonos pastel.

Además, no podemos olvidarnos de sus accesorios característicos: los bolsos pequeños de asa corta (normalmente el modelo Traviata de Launer), los zapatos de tacón sensato, las perlas, los broches y los sombreros, que era la prenda con la que más jugaba.

En numerosas ocasiones podía llevar guantes, vestidos de flores o pañuelos de seda atados en la cabeza, en función del compromiso o del evento en el que se encontrara. Las únicas veces en las que optaba por tonalidades oscuras eran a causa del protocolo, como por ejemplo cuando visitaba Balmoral o Windsor, lugares en los que utilizaba tonos caza, bufandas de seda, chaquetas de corte austriaco y botas al estilo lady inglesa.

Otro dato super interesante es que los estilistas de la reina cuentan con un amplio pantone de colores y que cada color tiente un código clave para identificarlo que tan solo conoce el personal de
vestuario. Por ejemplo, la tonalidad de amarillo claro lo denominan como Buttercup. En Mekkdes hemos querido hacerle nuestro pequeño homenaje a esta figura tan emblemática de la moda a través de este post y de una serie de outfits creados con prendas de la nueva temporada, para que todos aquellos amantes del estilo de la reina Isabel II puedan recrear el suyo.

¡Esperamos que os encanten y que los utilicéis en vuestro día a día!